Ninguna otra criatura, figura tanto en el mundo contemporáneo de los caracteres de diseño y tanto en el arte, como la de nuestro amigo orejudo. Diseñadores, ilustradores y artistas de todo el mundo expresan su afecto por el simpático animalito con predominantes dientes delanteros, un rabo comparado a una bolita de algodón y ese gusto inigualado por las jugosas zanahorias. Los conejos son definitivamente los más cotizados y así, dibujados de todos los tiempos. Representaciones famosas de este animalito se dieron a conocer, pasando primeramente con “Miffy”, “My Melody”, “Bugs Bunny”, incluso llegando a ser el logo de la famosa revista Play Boy.
Pero, ¿qué exactamente hace de estos conejos tan irresistibles frente a los artistas, diseñadores e ilustradores de todo el mundo?
Dependiendo del punto de vista cultural y el contexto en el que se encuentra los conejos pueden simbolizar desde insanidad, alerta, indefensa, todas las formas de promiscuidad, poderes mágicos e incluso inocencia.
¿Demasiados conejos? ¡No creo que podamos decir eso! Y sólo para comprobarlo Pictoplasma reunió todos los diseños de conejos actualizados y reinventados desde su aparición. El resultado es una sobre dosis y sobre escala de estos personajes, con no menos de 1.500 versiones provenientes de más de 500 contribuciones individuales e internacionales. Condensando este sinfín de variaciones de la figura orejuda llegamos a obtener -un perfecto mándala de conejos- la verdadera naturaleza de la bestia emerge: la eterna esencia del conejo.
La instalación denominada El conejo mándala fue exhibido en Nice (Francia), Londres (UK), Atenas (Grecia), y el Norte de Carolina (USA).
Extractado de The Rabbit Essence, Sweet Station
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